En este artículo vamos hablar sobre la liberación miofascial y el foam Rolling, técnica que se utiliza cada día más para combatir las posibles disfunciones del sistema miofascial, culpable en muchos casos de la falta de movilidad y dolor.
¿Qué son las fascias?
Según Lemoon, 2008; “La fascia es el componente de las partes blandas del sistema que penetran y rodean los músculos, huesos, órganos, nervios, vasos sanguíneos y otras estructuras”. Podemos diferenciar dos grandes fascias: superficial y profunda.
- La fascia superficial se localiza bajo la dermis, convirtiéndose en una segunda envoltura bajo la piel.
- La fascia profunda rodea cada uno de los órganos, músculos, huesos, venas, etc. protegiendo y permitiendo su correcto funcionamiento.
Funciones de las fascias
- Garantizar la biomecánica de nuestro sistema locomotor
- Compartimentar estructuras y la vez facilitar el deslizamiento entre ellas
- Activar la circulación venosa y linfática
- Permitir al músculo una correcta contracción al ofrecerle una resistencia lateral que garantiza su correcto funcionamientoa
- Facilitar la comunicación nerviosa y electromagnética entre las estructuras corporales
¿Cómo se dañan las fascias?
Este tejido tiene un gran contenido en colágeno que puede sufrir acortamiento y endurecimiento cuando determinadas fuerzas actúan sobre él. Estas “fuerzas” que pueden afectar a la fascia pueden ser tanto impactos mecánicos, golpes, caídas, intervenciones quirúrgicas, como vicios posturales, estrés y otras alteraciones emocionales. La acción de estos “fuerzas” producen restricciones en la movilidad de las fascias que desembocan en alteración de la función y consecuente aparición de dolor. Como todas las fascias están conectadas entre sí, la lesión en una parte de la fascia puede causar alteraciones en otras zonas distintas a través de las compensaciones que hace el cuerpo para recuperar su equilibrio y evitar el dolor.
¿Cómo liberar las fascias?
Encontramos por un lado la metodología directa (trabajo profundo de tejidos) donde el terapeuta utiliza sus dedos, nudillos, codos u otras herramientas para estirar la fascia de forma lenta y aplicando una fuerza constante. La liberación directa pretende conseguir cambios físicos en la estructura estirando la fascia y liberando las restricciones.
En segundo lugar encontramos otra técnica muy utilizada por entrenadores y preparadores físicos donde se utiliza un objeto llamado Foam Roller. El Foam Roller es un rodillo que está conformado con espuma de embalaje de alta densidad, de superficie suave y peso liviano. En la actualidad existe una gran veriedad de marcas, densidades, materiales etc. La densidad del rodillo ira en función de la musculatura del cliente o atleta, cuanto más denso muscularmente sea el atleta, más denso debe ser su rodillo. Atletas o clientes más musculosos van a trabajar mejor con un rodillo muy denso mientras que personas más novatas deben utilizar uno de menor densidad.
¿En que consiste esta técnica y cuando se recomienda utilizarla?
Las técnicas de liberación miofascial con foam roller consisten en hacer presión con el rodillo sobre las diferentes zonas de la musculatura y rodar sobre este. Durante el “masaje” nos vamos a encontrar con zonas que nos resultarán dolorosas y llamaremos “puntos gatillo”.
Si realizas la auto-liberación miofascial antes de tus entrenamientos conseguirás una mayor movilidad en las áreas restringidas y mayor preparación para el entrenamiento. También puedes hacerlo después tu entrenamiento, o cualquier momento que sientas una tensión muscular excesiva, y así ayudar a tu cuerpo a una mejor recuperación.
Beneficios de la liberación miofascial
- Ablandamiento y alargamiento de la fascia.
- Romper el tejido cicatricial o las adherencias entre la piel, los músculos y los huesos.
- Aliviar diferentes dolores musculares y articulares, como el síndrome de la banda iliotibial y calambres en las piernas.
- Mejora de la flexibilidad y rango de movimiento.
- Prevención de lesiones y mejora del rendimiento.
- Corrige los desequilibrios musculares.