A continuación te explicamos 5 errores que puedes estar cometiendo y por lo que no pierdes grasa:
1. Estás comiendo demasiada “comida real”
Por muy saludable y por mucha comida real que comas, puede que estés consumiendo más calorías de las que necesitas para perder grasa sin saberlo.
A pesar de lo que te digan o hayas escuchado por ahí, las calorías sí importan, y más aún en un proceso de pérdida de grasa. Esas calorías, en gran medida, son las que determinan que ganes o pierdas grasa. ¿Cómo? Pues si comes más calorías de las que tu cuerpo utiliza, ganarás peso. Y, al contrario, si ingieres menos energía de la que tu cuerpo necesita, perderás grasa. Esto último, lo que comúnmente se considera crear un déficit energético, es uno de los principales requisitos a la hora de perder grasa.
2. Eres muy estricta/o con tu dieta
Este tipo de comportamientos sólo consiguen crear una mala relación con la comida, generan miedo a ciertos alimentos y hacen que perdamos la cabeza cuando comidas “prohibidas” aparecen en nuestra vida.
Pregúntate a ti mismo ¿vas a mantener esa forma de comer para el resto de tu vida? Si la respuesta es negativa, empieza a pensar en otra estrategia. Las soluciones temporales no aportan absolutamente nada y te dejarán sin saber qué hacer una vez las abandones, recuperando todo lo perdido.
Si tus hábitos nutricionales tienen fecha de caducidad, estás frente a un grave problema. Piensa a largo plazo, no para dentro de unas semanas. Empieza ahora a crear unos buenos hábitos y optimiza después.
3. Necesitas llevar un seguimiento
¿Sabrías decirme cuáles son tus necesidades energéticas para tu objetivo de pérdida de grasa? ¿Sabrías decirme cuánto y qué has comido hoy? Si la respuesta es “no”, es muy probable que esta sea la razón por la que no progresas. Llevar un seguimiento de tu dieta y los cambios en tu cuerpo (medición de perímetros, fotos, disminución de peso…) y en tu estado de ánimo puede parecer un poco aburrido, pero son la clave para el éxito.
Esto no significa que tengas que contar calorías y nutrientes de por vida. Simplemente se trata de establecer una educación nutricional adaptada a tu estilo de vida.
4. Come suficiente
Sí, estás leyendo bien. Al igual que puedes estar comiendo demasiada comida saludable, también puede ocurrir el caso contrario. Tu cuerpo necesita energía para todo. Apunta lo que comes durante el día y sorpréndete. En ocasiones, hay personas que dicen comer mucho, pero que en realidad no lo hacen.
Si tu organismo necesita unas 2.500kcal, pero sólo le das 1.200kcal cada día, seguro que hará todo lo posible para adaptarse a esa situación de baja disponibilidad energética para consumir menos cada día hasta igualar ese nivel de energía.
Como consecuencia, es muy probable que tengas cansancio crónico, dolores de cabeza u otras dolencias, no tengas ganas de moverte, estés triste y estés perdiendo masa muscular. Esto es resultado de diferentes tácticas que utiliza nuestro organismo para sobrevivir.
Escucha a tu cuerpo, domina tu alimentación y empieza a vivir con la energía que tu cuerpo necesita.
5. ¡Entrena Fuerza!
¿Seguro que hacer cardio es la mejor forma de perder grasa? El cardio no tiene nada de malo en sí, el problema es que no se suele utilizar de la forma adecuada.
Empieza tus entrenamientos con ejercicios de fuerza y patrones de movimiento básicos. Entrena movimientos, no músculo, levanta pesado y hazte más fuerte cada día. Hay mil formas de progresar: haz una repetición o una serie más, añade más peso, descansa menos o dale más dificultad al ejercicio cambiando la posición; simplemente intenta mejorar la sesión anterior cada vez que entrenes y disfruta, pero entrena fuerza.
¡Esperamos que estos consejos os puedan ayudar y los pongáis en práctica! En el equipo de Fitness&Coach contamos con Dietistas y Entrenadores cualificados que os ayudarán a conseguir todos vuestros objetivos. Para más información, puedes ponerte en contacto con nosotros AQUÍ.