La palabra core es uno de los muchos anglicismos que se utilizan en el ámbito deportivo que se ha puesto de moda en los últimos años. No hay centro deportivo que se precie que no cuente con una zona acondicionada para “trabajar el core”, además de clases dirigidas específicas para esta parte del cuerpo. Y lo mismo podemos decir de los entrenamientos personales en los que el trabajo de esta zona ocupa un papel cada vez más protagonista.
Pero ¿qué es exactamente el core? ¿Qué músculos lo componen? ¿Cuál es la forma más adecuada de trabajarlo? Pues te damos algunas claves sobre todo esto a continuación.
¿Qué es el core?
Core es una palabra inglesa que significa núcleo o centro. En el ámbito del deporte se utiliza para hacer referencia al conjunto de músculos que se encuentran en la zona central del cuerpo, también denominada faja abdominal.
La importancia de este conjunto muscular es vital por varios motivos: en primer lugar, porque el core es el encargado de estabilizar la columna vertebral y la pelvis para permitir un movimiento correcto. En segundo lugar, porque una parte del core, concretamente el suelo pélvico, juega un papel determinante para evitar problemas de incontinencia urinaria y prolapsos de vagina, útero, vejiga o intestino que pueden producirse con el tiempo. Y en tercer lugar, y no por ello menos importante, porque protege la columna vertebral y los órganos vitales del cuerpo.
Por todo ello, cuidar y trabajar el core adecuadamente es fundamental, aunque para ello es necesario conocer los músculos que lo componen y sus peculiaridades.
¿Por qué músculos está compuesto?
El core está compuesto por numerosos músculos y estos son los más importantes:
- El diafragma.
- El transverso del abdomen.
- Los oblicuos externos e internos.
- El recto anterior al abdomen.
- Los tejidos multífidos de la espalda.
- La musculatura de los glúteos.
- Los músculos del suelo pélvico.
Todos ellos son músculos fásicos o posturales que protegen los órganos internos pero, sobre todo, mantienen la estabilidad del conjunto anatómico, tanto parados como en movimiento.
Estos músculos tienen tendencia a la hipotonicidad o falta de tono, de ahí que sea tan importante trabajarlos de manera continuada para que tengan una buena tonificación y estén fortalecidos de cara a desarrollar sus funciones. Pero, ¿cuál es la mejor forma de trabajarlos? Pues te adelantamos que las abdominales tradicionales de siempre no son la mejor opción, ya que numerosos estudios demuestran que las abdominales clásicas con flexión de columna pueden perjudicar el core.
¿Cómo trabajar el core correctamente?
Hoy sabemos que determinados sensores motores que intervienen en la estabilidad corporal solo se activan en posición vertical, es decir, estando de pie. Este dato nos sirve de punto de partida para explicarte por qué las abdominales de suelo de toda la vida, e incluso muchos ejercicios de Pilates, abusan del suelo para trabajar el core, algo que no debería ser así.
De hecho, como adelantamos, los ejercicios abdominales típicos suelen generar un aumento de presión en la zona o una tensión excesiva de los músculos que no hacen más que aumentar problemas que puede haber relacionados con el core, como hernias discales. Si nos ceñimos a los últimos estudios, las técnicas posturales de los abdominales hipopresivos (low pressure fitness) se consolidan como las más adecuadas para trabajar la faja abdominal. Además, estos ejercicios contribuyen a “tirar” de la musculatura del suelo pélvico hacia arriba, lo que resulta muy beneficioso para prevenir los problemas futuros antes mencionados.
Los ejercicios hipopresivos se confirman entonces como la mejor manera de trabajar el core. Un tipo de abdominales que se alejan de los tradicionales y que requieren conocer muy bien la técnica, estar muy concentrado/a y llevar correctamente la respiración. Por eso, lo ideal para comenzar a practicarlos es hacerlo de la mano de un entrenador y nutricionista en Madrid como los que ponemos a tu disposición en Fitness & Coach. Ya verás qué rápido dominas estos abdominales y comienzas a fortalecer y tonificar tu core.