Seguro que desde hace unos años a esta parte no paras de oír hablar de los abdominales hipopresivos y de sus increíbles beneficios. ¿Son tan milagrosos como dicen? Pues antes de adentrarnos en sus bondades, queremos dejar bien claro qué son y en qué se diferencian de los abdominales tradicionales que siempre habías hecho. ¡Comenzamos!
¿Qué son los abdominales hipopresivos?
Los ejercicios hipopresivos hacen referencia a una técnica muy específica para trabajar la zona central del cuerpo de manera más segura, de ahí que muchos los enmarquen dentro de la fisioterapia y la rehabilitación del parto.
La base de estos ejercicios es trabajar el abdomen sin causar presión intraabdominal, sobre todo a nivel torácico, abdominal y pélvico. Además, los ejercicios hipopresivos se caracterizan porque ayudan a mejorar la higiene postural, a evitar problemas relacionados con el suelo pélvico como las pérdidas de orina y a incrementar la resistencia respiratoria a la fatiga.
Aunque ahora se han popularizado y puesto moda, lo cierto es que hace mucho tiempo que se practican. Debido a que la ejecución de los abdominales tradicionales ejercían una gran presión intraabdominal que ponía en riesgo el suelo pélvico, esta técnica surgió precisamente por la necesidad de cambiar los parámetros de entrenamiento de la zona abdominal, sobre todo para las mujeres.
¿En qué se diferencian de los abdominales tradicionales?
Los ejercicios abdominales tradicionales pueden realizarse en diferentes posturas o incluso con un fitball, pero lo habitual es que se realicen tumbados en el suelo. Los movimientos que se ejecutan son muy básicos y consisten en elevar tronco o piernas en repetidas ocasiones, ejerciendo una contracción máxima y centrada en la tensión de la pared abdominal. El propio peso corporal suele ser suficiente para realizar un buen trabajo aunque también se pueden utilizar discos de peso para mejorar los resultados. Los abdominales tradicionales permiten trabajar los músculos abdominales más superficiales a través de la hipertrofia de los mismos. De ahí que puedan resultar perjudiciales para la zona cervical, lumbar y pélvica.
Por otro lado, los abdominales hipopresivos pueden realizarse en diferentes posturas: sentados con las piernas cruzadas, tumbados boca arriba, a cuatro patas… De lo que se trata es de generar una hipopresión dentro del transverso, un músculo abdominal interno que funciona como una especie de faja protectora de los órganos vitales que hay en esa zona. Se debe contraer el abdomen desde dentro después de expulsar todo el aire y expandiendo la caja torácica para realizar un mayor ejercicio. Como todo se basa en mantener el abdomen en esa posición de contracción interior, se evitan movimientos bruscos, impactos y riesgo de lesiones.
¿Qué opción elegir?
Todo apunta a que los ejercicios hipopresivos son más eficaces para reforzar los abdominales internos, algo que puede ayudar a aplanar el vientre, afinar la cintura y reducir los dolores de espalda, pero ello no quiere decir que no puedas combinarlos con otras series de abdominales tradicionales, siempre que se ejecuten correctamente para evitar hacerte daño. Por eso es conveniente contar con un entrenador personal y nutricionista en Madrid, que te inspire confianza para seguir un entrenamiento seguro y acorde a tus objetivos y capacidad. Si nunca has practicado hipopresivos, es hora de probarlos, pero mejor que lo hagas de la mano de nuestro equipo de entrenadores personales.